Ha sido utilizada por diferentes culturas desde tiempos inmemoriales
A lo largo de la historia el
Aloe Vera, una planta proveniente de diferentes lugares de Asia y de Africa,
famosa por sus propiedades curativas, ha tenido un lugar preponderante en
varias culturas. En la India, por ejemplo, se la denominaba “la curadora silenciosa”
y se creía que crecía en los jardines del Edén. En el antiguo Egipto, la
planta era conocida como “la planta de la inmortalidad” y se la utilizaba en
los ritos de enterramiento y en el proceso de embalsamiento de los faraones, y
es mencionada en el famoso "Papiro de Ebers", conocido también como
el "Libro egipcio de los remedios". Y como aparece
mencionada en el Nuevo Testamento, donde se relata cómo Nicodemo utilizó una
mezcla de aloe y mirra para embalsamar el cuerdo de Jesús, se la ha llamado “la
planta bíblica”.
En la actualidad, millones
de personas consumen esta planta por su efecto protector ante lesiones de
la mucosa gástrica, por su actividad antiulcerosa y porque podría ser útil en
enfermedades inflamatorias intestinales como la de crohn o la colitis ulcerosa.
Pero esta planta también muy útil para prevenir casos de infecciones
virales respiratorias, como gripe, resfriado o laringitis, y para
protegernos frente a posibles problemas en el sistema inmunológico.
Además de
muchos otros beneficios, el Aloe Vera presenta propiedades
anticancerígenas y antitumorales. Pero esta fabulosa planta no sólo se utiliza
como medicina natural: también está siendo muy usada en la fabricación de
productos cosméticos y de inciensos aromatizadores de ambientes. E incluso en
algunos países africanos se utiliza como alimento.